La detención de un policía de la Ciudad que mató a un presunto delincuente de 14 años e hirió a otro de 19 cuando lo interceptaron en un intento de robo en la localidad bonaerense de Isidro Casanova, partido de La Matanza, y quedó detenido acusado de exceso en la legítima, se da en medio del debate político y legislativo en torno a los límites para las fuerzas de seguridad.

Tras la difusión del caso, LA NACION contactó al titular del Ministerio de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Waldo Wolff quien dijo que el oficial y la fuerza están a disposición de la Justicia. Además, alertó de la compleja situación que viven los uniformados de la fuerza porteña que tienen domicilio en la Provincia de Buenos Aires.

“Yo veo con mucha preocupación la situación por la que tienen que pasar nuestros efectivos de la Policía de la Ciudad cada vez que regresan a sus hogares”, dijo Wolff y agregó: “Los enfrentamientos con arma de fuego entre los oficiales de nuestra fuerza y los delincuentes se dan con mucha más claridad en la Provincia de Buenos Aires que en la Ciudad, donde trabajan y cumplen función policial”.

Para sostener esta afirmación, el funcionario porteño expuso las siguientes estadísticas: “Desde el 2017 a esta fecha hubo 561 enfrentamientos con arma de fuego entre policías de la Ciudad y delincuentes. 173 se dieron en la Ciudad, cumpliendo funciones de trabajo, mientras que los 388 restantes fueron en la Provincia de Buenos Aires, en general, en situaciones en las que los efectivos salen o regresan a sus hogares para cumplir funciones, o bien en viaje a su destino de trabajo”.

“Hay algo aún peor. En los últimos 4 años tuvimos 11 policías caídos en cumplimiento del deber. 10 de ellos del otro lado de la General Paz, en la Provincia de Buenos Aires”, detalló Wolff.

Fuente: La Nación